Tal vez lo tengas tan cerca que no lo ves. No ves a esa persona que está pasando un verdadero calvario pero no puede decírtelo. Tal vez seas tu misma y no sepas ni por dónde empezar. Para todos está pensado este escrito, continuación del anterior.
Una de las situaciones más difíciles a las que se puede enfrentar una persona en su vida es a los traumas por maltrato. Hablamos de maltrato cuando se ejerce violencia sobre una persona; esta violencia puede ser tanto física como psicológica. Esto es, no es menos maltratador quien agrede psicológicamente a una persona, por mucho que no le haya atacado físicamente. Curiosamente, los malos tratos se pueden olvidar, pero LAS SECUELAS QUE ESTOS DEJAN PERDURAN EN EL TIEMPO. Esto significa que no hay que banalizar su importancia, puesto que sus efectos pueden condicionar de manera decisiva la vida de aquellas personas que los han sufrido. Son de tres tipos las secuelas que deja:
LAS SECUELAS FISICAS como el estrés, ansiedad, depresión, miedo, sudoración, taquicardia, nauseas, dolores de cabeza,…. Además, las personas afectadas suelen terminan desarrollando adicciones al alcohol, el tabaco o psicofármacos. Sensación de confusión o de falta de orientación, dificultad para concentrarse. Rumiación del maltrato, recuerdos constantes e invasivos de las agresiones.
LAS SECUELAS EMOCIONALES pueden resultar especialmente graves porque los maltratos no suelen ser aislados o puntuales, sino que casi por definición son prolongados. convertirse en una auténtica tortura. Por otro lado, es frecuente que el maltrato lo produzca algún familiar, pareja o ser cercano, motivo que agrava el nivel de angustia. Y por último, otro de los motivos que incrementan las secuelas emocionales del trauma por maltrato, es el sentirse culpables (ya sea por acción u omisión, justificando incluso al agresor y desvalorizando la propia autoestima e imagen) y sentir vergüenza por sentirse indefensas y vulnerables. Apatía, incapacidad para disfrutar. Dificultad para controlar la ira o el llanto. Persona triste y melancólica durante muchos años.
LAS SECUELAS SOCIALES son devastadoras. La víctima de maltrato abandona las actividades que tradicionalmente realizaba o con las que disfrutaba. Aislamiento social, abandono de las amistades o del círculo familiar. Miedo ante la vida y actitud asustadiza. Desconfianza. Aislamiento, limitación del contacto social y resistencia a salir de casa. Incluso intentos de suicidio por incomprensión.
¿CÓMO SE TRATAN LOS TRAUMAS POR MALTRATO?
El mejor tratamiento suele ser la psicoterapia cognitivo-conductual, la terapia de exposición, la terapia sistémica, la humanista y el EMDR.El principal objetivo del tratamiento es eliminar el trauma como tal. Esto implica lógicamente que el paciente abandone las emociones de culpa y/o vergüenza y le permita reconstruir su autoestima.
EJEMPLO DE UN CASO REAL
Niña que a los seis años de edad sufre abuso sexual por parte de un amigo de su padre. Ante el shock, y para protegerla, su mente anula el recuerdo. Ya de adulta, los síntomas de que algo traumático había ocurrido es que no tiene himen, que le cuesta mantener relaciones sexuales con sus parejas, que les pide a todas como algo normal que “no le hagan daño”, y en una conferencia sobre abusos sexuales entra en shock sin entenderlo.
Tiene varias parejas pero las que más le atraen son las maltratadoras. Además sufre mobbing en el trabajo por dos veces, teniendo que ir a juicio por despido improcedente.
Conoce a un amigo-terapeuta que le ayuda muchísimo a desvelar todo el tinglado, dándole herramientas y medios, pero resultó que él también era un maltratador psicológico. Con lo cual esta mujer enferma muy seriamente, pierde la confianza en el ser humano, necesitando no solo ayuda psicológica sino médica (intenta quitarse la vida). Le diagnostican estrés extremo, ansiedad, depresión, SIBO, MPPP, tensionamiento grave de espalda, cataratas…..comenzando tratamientos largos y duros para recuperarse. En cuanto a la ayuda psicológica recibe sesiones de psicoterapia cognitivo-conductual, terapia de exposición, biodescodificación, terapia sistémica (constelaciones familiares), humanista (gestalt), EMDR y neurofeedback.
A día de hoy, y cuatro años después de ese intento de suicidio, comienza a ver la luz al final del túnel.